Reseña: El Tulipán Negro

El Tulipán Negro 

de 

Alexandre Dumas

287 pages

(first published 1850)

ISBN: 849908964X (ISBN13: 9788499089645)

Edition Language. Spanish

Argumento: Con su habitual talento narrativo, Dumas despliega en esta novela de intriga todos los ingredientes necesarios para atrapar al lector y sumergirlo en la tumultuosa sociedad holandesa de finales del siglo XVII.
Los hermanos De Witt, protegidos del gran rey Luis de Francia, encuentran la muerte a manos de la enloquecida población de La Haya, que los cree culpables de conspiración. Pero antes de morir dejan a su ahijado Cornelius unos comprometedores documentos que lo llevarán a la cárcel, donde, en compañía de la joven Rosa, se afanará en conseguir lo que más desea en el mundo: el bulbo del tulipán negro.

My rating: 3.5

Clásico histórico romántico francés, donde en Holanda se gesta una aparente sencilla historia del triángulo amoroso entre doncella - sabio obsesionado - y un tulipán ...

«Encontraba a Rosa bonita como todos los amores de la Tierra; la hallaba buena, graciosa, encantadora.

Mas ¿por qué Rosa prohibía que se hablara del tulipán?

Esta era una gran falta que Rosa cometía.

Cornelius se dijo, suspirando, que la joven no era absolutamente perfecta.»

Ah, y no olvides el hasta donde puede llegar la envidia. Personajes villanos y obsesionados también, pero unidimesionales hay que decirlo.

Con la apertura de un hecho histórico real y la violenta muerte por la turba -y un manejo politico de cuerdas- de dos personajes pro-republicanos: Jean y Corneille de Witt en 1672, inicia una de esas intrigas de cartas comprometedoras y prisionero injustamente apresado, que termina siendo una declama por el amor de la pureza de esa obra de Dios que son las flores, y por sobre todo los tulipanes (en medio de una tulipo-manía que afectaba su valor por las nubes). La simpatía de Dumas por la tragedia de los de Witt es evidente.

«...cuando el diablo se mezcla en los asuntos humanos para arruinar una existencia o trastornar un Imperio, es muy extraño que no se halle inmediatamente a su alcance algún miserable al que no hay más que soplarle una palabra al oído para que se ponga seguidamente a la tarea.»

El lenguaje derrocha halagos por flores y virtud cristiana.

Nous sommes les filles du feu secret,
Du feu qui circule dans les veines de la terre;
Nous sommes les filles de l'aurore et de la rosée,
Nous sommes les filles de l'air,
Nous sommes les filles de l'eau;
Mais nous sommes avant tout les filles du ciel.

Por otra parte, se agradece y no deja de sorprender que la doncella sencilla y humilde , no deja de tener su ingenio y hasta iniciativa a diferencia de otras heroinas romanticas por ahi. Rosa , la bella frisona de cabellos dorados, va además contra el común que los de su clase eran orangistas en su época.

Mientras que Cornelius van Baerle , burgues adinerado el ahijado de DeWitt, es un sabio apolitico que sigue las palabras de Dios , sin preocuparse demasiado de los problemas mundanas. El hecho de haber participado en una de las grandes batallas navales le ampara un poco el derecho a sumergirse en bulbos de tulipanes. Pero para nada se compara a un Edmundo Dantes, ni siquiera a un Aramis.

Los diálogos que se producen entre él y la frisona es entre divertido y muchas damas podran hasta reconocerse. Pues es verdad esto de que el tulipán es primero,

«—¡Ah! Así es como sois los hombres —dijo—: Tiranos. Adoráis a una belleza: no pensáis más que en ella, no soñáis más que con ella. Sois condenados a muerte, y al marchar hacia el patíbulo le consagráis vuestro último suspiro, y exigís de mí, pobre chica, exigís el sacrificio de mis sueños, de mi ambición.

—Pero ¿de qué belleza me habláis, Rosa? —preguntó Cornelius buscando en sus recuerdos, inútilmente, una mujer a la cual Rosa pudiera hacer alusión.

—Pues de la belleza negra, señor, de la belleza negra de talle flexible, de pies finos, de cabeza llena de nobleza. Me refiero a vuestra flor, naturalmente.».

Novela corta que carece de la complejidad intrigante , a la par de personajes de sus otras novelas. Sin embargo, hay una suave ironia detrás que deja entrever el colchón de futileza de los burgueses que prosiguen lujos efimeros como cúlmine de su vida después de haber vivido cruentas guerras religiosas . . . o tal vez como un rey ambicioso al fin consiguió lo que quería (Guillermo de Orange luego fue rey de Inglaterra). .. Eh, eso queda a juicio del lector.

«Despreciar las flores es ofender a Dios».

«Cuanto más bella es la flor, más al despreciarla se ofende a Dios».

«El tulipán es la más bella de todas las flores».

«Por lo tanto, quien desprecia al tulipán ofende desmesuradamente a Dios».

.
.

«En efecto, en los discursos más indiferentes de los hombres políticos, los amigos o los enemigos de esos hombres quieren ver siempre relucir en él, y creen siempre poder interpretar, por consiguiente, un rayo de sus pensamientos.
Como si el sombrero del hombre político no fuera una pantalla destinada a interceptar toda luz. ».

.
.

"Pero nada se conserva menos entre los pueblos que esta resolución de no aplaudir más que a tal o cual cosa. Cuando una ciudad está en trance de aplaudir, es como cuando se halla en trance de silbar: no se sabe nunca dónde se detendrá."

View all my reviews