Violeta se fue a los cielos
by
Ángel Parra
188 pages
Published 2006 by Catalonia
ISBN: 9568303359 (ISBN13: 9789568303358)
Edition Language: Spanish
BLURB: Ángel Parra relata anécdotas y recuerdos inéditos sobre su madre. Memorias íntimas que sirvieron de base al director nacional Andrés Wood para llevar al cine la vida y obra de esta excepcional creadora chilena reconocida en el mundo entero.
My rating: 3 of 5 stars
Reto Popsugar 2019 #5. Un libro escrito por un músico
«Los recuerdos rescatados de tan lejos son nada más que eso, imaginación única e irrepetible. Aun haciéndolos míos, no puedo responder de su autenticidad, y es eso lo que más gusta.»
Como bien dice otra reseña, estos son los recuerdos que nos deja Ángel Cereceda Parra acerca de su madre, la inolvidable Violeta Parra Sandoval. La Violeta ya no está, tampoco Ángel.
Los capítulos son recuerdos significativos de ciertos puntos en su historia, partiendo con el evento tan fuerte del suicidio de la Violeta en la carpa y el recuerdo de la última canción que Isabel y Angel le cantaron a ella. Y concluye ahi mismo.
Parece que fuera una conversacion no editada, donde el que esta hablando se devuelve y avanza y se devuelve cuando la esquiva seleccion de memorias se lo pide. Eso no me molesta, lo que me molesta es que lo salpique de nombres conocidos que me parece que fueron agregados para hacerlo más interesante.
No , no he visto la película.
¿Esta bien escrito el libro? No. ¿Esta bien contado? No. Pero creo que todos sabemos que ese no es el punto.
Que la Violeta es más grande que el Sol , eso no lo quita naide. Siempre se me hace extraño que se hable tan sólo de Neruda quien era una mierda en la vida privada y de la Mistral, porque también estuvo la Violeta al lado. Aunque Huidobro también me gusta. Pero ella fue artista completa, cantora, pintora, bordadora, escultora, artesana, recopiladora y tambien madre, hija, hermana.
«Mil novecientos veinticinco. Mi madre tiene siete años de edad, recurre a la guitarra que mi abuela había encerrado en un armario, condenándola a perpetua. Considerando que el instrumento había sido uno de las culpables del desastre al cual los condujo mi abuelo.
Mi madre sabía donde escondía la llave. Eduardo, Hilda, Roberto la siguen, comprendiendo que tendrán que trabajar para ayudar en la casa.
Mercados, trenes, bares, plazas se convierten en escenarios para estos niños, que se agarran a la vida asumiendo que el que no trabaja no come.»
¿Mi canción favorita de ella? El Albertio.
Yo no sé por qué mi Dios / le regala con largueza / sombrero con tanta cinta / a quien no tiene cabeza.
«Mi madre, en su desmesura genial y brutal, quería todo al instante y, ese todo, era mucho esfuerzo, trabajo, disciplina. Para personas vulgares y silvestres como nosotros, imposible, a pesar del empeño.»
Desde su infancia cantando en lugares poco recomendables, que en esa epoca ver trabajar niños no era gran cosa, pasando por Santiago el Tordo Azul , su matrimonio con el maquinista Cereceda , padre de Isabel y de Luis Angel, pasando por una gran sorpresa para mí al verlos por Quinta Normal con unos abuelos de unos primos mios (pucha que chico es este Chile), muchos moemntos de frustracion y de trabajo pasando por la radio y Sublette (que fue profe mio), que todavia habla con admiracion de ella, y muchos momentos más mientras el pequeño Angel crece en un ambiente adulto sin escuela sino la música y la cueca y las calles , pasando por tragedias tambien, y por el Louvre, por encuentros espectaculares e inspiraciones, y muchas mujeres porfiadas que hacian lo que podian y más.
Como decía: Inolvidable Violeta Parra.
¿Lo último que canté de ella (en público)? En el homenaje que se hizo para los cien años el 2017. Fue "La Violeta y la Parra". Y dicen que un emocionante "Rin del Angelito", que pucha que es lindo.
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